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Cassis (grosellero negro): Se ha demostrado científicamente que el grosellero negro tiene una acción inmunológica atribuible a su capacidad para reducir la producción de la prostaglandina E2, además de ser rica en vitamina C y, sobre todo, tiene una excelente acción antiinflamatoria, 500 veces superior a la cortisona, según se ha demostrado con la prueba de Halper. Es antioxidante y antimicrobiana.
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Própolis: Es el sistema inmune de los vegetales. Es un antibiótico de amplio espectro que no afecta a la flora intestinal y estimula la respuesta inmunológica de nuestro organismo. Su nombre deriva del griego y significa “ante ciudad” por ser una sustancia segregada por las abejas y depositada en la entrada de las colmenas, para evitar la entrada de bacterias. Tiene acción antibacteriana, antimicótico, antiparasitario, antimicótica, antiinflamatoria, analgésica, antiviral y termostática.
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Vitamina C: La vitamina C es necesaria para el crecimiento y reparación de los tejidos dañados, en cualquier parte de nuestro organismo. Se utiliza para ayudar a formar una proteína importante en la producción de piel, membranas, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos, la vitamina C sana heridas y forma tejido cicatrizal, repara y mantiene los cartílagos, huesos y dientes y ayuda a la absorción del hierro, además de ser antioxidante.La vitamina C no puede producirla nuestro organismo, ni la almacena, pues al ser hidrosoluble lo que no utilizamos lo eliminamos por la orina, por lo cual es importante aportar con frecuencia vitamina C a nuestro cuerpo.
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Malva (malva silvestris): Tiene importantes propiedades medicinales en sus hojas y flores, la malva es antiinflamatoria, demulcente, emoliente, cicatrizante, ayudando en afecciones de la piel y de las mucosas, como heridas, llagas, úlceras, faringitis, laringitis, estomatitis, anginas, dolores dentales y aftas bucales.
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Erísimo (Sisybrium officinale): Se la denomina “planta de los cantores” por sus virtudes terapéuticas sobre la afonía y la pérdida de voz, acción debida a su contenido en glucósidos azufrados que provocan la secreción de mucosidad de las vías respiratorias altas. Aclara la voz y está indicado para tratar las afecciones de las cuerdas vocales, laringitis, faringitis, ronquera, amigdalitis, etc.
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Tomillo ( Thymus vulgaris): Es un antibiótico natural debido a su enorme riqueza de timol, es un potente antiséptico respiratorio eliminando los gérmenes, reduciendo la infección y la fiebre en los casos de anginas o de dolor de garganta, en la piorrea, caries o mal aliento, gingivitis, infecciones por Candida albicans en la boca
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Echinácea (equinácea angustifolia): Es la alternativa natural a los antibióticos, aumentando la producción de leucocitos e interferón en nuestro organismo, debido a la esquina iba, el ácido caféico y el ácido chicórico que contiene, previniendo y curando las infecciones de garganta y cavidad bucal. Contribuye a disminuir la fiebre, la mucosidad y la tos, el dolor de garganta y la amigdalitis, infecciones de las encías, como gingivitis y periodontitis, llagas en la boca, etc. La equinácea ha sido una planta utilizada desde muchos años para curar las heridas causadas por las flechas o los mordiscos de serpientes, al transcurrir del tiempo se fueron conociendo mayor número de propiedades hasta que, a finales del siglo XIX, fue incluida como planta medicinal en las farmacopeas occidentales, alcanzando gran prestigio como remedio para tratar la sífilis y la gonorrea.